El noroccidente ecuatoriano es sin lugar a dudas un lugar de gran belleza. Transición de clima subtropical a costero, poblaciones pintorescas e historias de un recorrido plagado de vida, son las razones que me permiten realizar esta afirmación. El trayecto de la vía que une las ciudades de la provincia de Imbabura con las costas de la provincia de Esmeraldas son el escenario de este relato cuyo objetivo es hacer un retrato vivo de esta hermosa zona del país.
Salinas es el primer punto en la ruta que lleva a los ecuatorianos del norte del país hacia las costas del pacifico. Para llegar a Salinas se debe tomar la misma ruta que se toma para ir al juncal y desviarse a una media hora de la salida de Ibarra.
Desolada Mañana en Salinas Imbabura.La gente de Salinas es, en su mayoría, de raza negra. Este, como muchos de los pueblos pequeños de la sierra, parecen abandonados en las mañanas de los días que no son fin de semana. Al llegar la media tarde, el pueblo se llena de gente joven cuando estos salen de la escuela y del colegio. En la plaza, niños juegan y se educan con la música; viven su sueño y su desafió.
Siguiendo por la ruta planificada se atraviesan varios poblados pequeños a los cuales podríamos llamar caseríos. Se atraviesa Concepción, Jijón y Caamaño, Guadual, el primero de los varios Guaduales del camino, Collapi, etc. Collapi es un caserío que llama la atención por su simplicidad. Collapi consta de una cancha de fútbol, que hace la función de plaza central, de una iglesia que hace la función de un gran banderín de corner, y unas cuantas casas que por su baja densidad no logran formar los graderíos del estadio.
Iglesia de Collapi desde el circulo central.Lita es el único pueblo de considerable tamaño hasta antes de llegar a San Lorenzo. En los alrededores de Lita existen muchas cascadas y otra variedad de atractivos turísticos. A 20 minutos hacia el occidente de Lita se encuentra el complejo turístico “las 7 cascadas”. Esta hostería se encuentra en las inmediaciones de Guadualito, el segundo del recorrido. Este Guadualito era una pequeña estación del antiguo tren que iba hacia Esmeraldas. Aquí, Salomón Caicedo opera un particular jeep que, sobre las rieles del antiguo tren, lleva a los turistas alrededor de las cascadas de la zona. La gran mayoría de los pobladores de esta zona vive del dinero que produce el turismo. El turismo en esta zona ha logrado que sus pobladores se den cuenta del gran tesoro que significa la naturaleza intacta. Por esta razón, ellos cuidan del bosque con gran ahínco y lo único que piden a cambio es que el gobierno también se encargue de cuidar el medio ambiente, evitando la construcción de nuevas carreteras que permitan la extracción de maderas de los, actuales, alejados territorios.
Una de las hermosas cascadas que se encuentran en Lita.Siguiendo el recorrido hacia el occidente, el clima se transforma de subtropical a costero. La provincia de Esmeraldas recibe a los ecuatorianos con su espectacular clima y vegetación y la promesa de mostrarle la increíble belleza del océano pacifico.
La próxima vez que viaje por esta ruta, deténgase en alguno ó algunos de los poblados que se encuentran a lado del camino y maravíllese con las grandes singularidades del Ecuador.
3 comentarios:
Muy bien Vinicio. Felicitaciones por las f en blanco/negro, mucho mejor. Espero seguir tus fotorreportajes.
Excelente tu post, de verdad un placer leerlo, Ecuador y su diversidad es algo único en el mundo.
Por cierto cuando te vengas para Valencia cuenta con un paisano.
ay a mi tambien me pico el bicho del periodismo, en un semestre acabo a lo que dedico la mayoria del tiempo....despues veamos q pasa. Con todo te felicito por tu blog, que bien q estes echandole ganas a tu nuevo yo.
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